viernes, 8 de febrero de 2019

Bullying


El maltrato infantil o el bullying, provenga de una persona adulta, o de un niño es algo muy grave. 
Algo de lo que todo el mundo debería estar hablando, pensando ideas y ponerse manos a la obra.
Pero sobretodo las personas que tenemos más relación con los niños; padres, educadores, profesores, familia, canguros, etc.
He estado informándome sobre qué puede hacer un niño que sufre acoso o su familia y no hay mucho que legalmente se pueda hacer. Aquí en Alemania por ejemplo si que hay agentes de ayuda en casi todas las ciudades donde ayudan e informan a los afectados y a los familiares. Así como también ayudan a las personas afectadas por maltrato laboral. Por eso voy a unir estos dos tipos de maltrato, porque el procedimiento es similar o igual en ambos. Se les da asesoramiento a las victimas, se les escucha y se les da herramientas psicológicas para que puedan enfrentarse mejor a la situación y para que se defiendan ante la persona acosadora. Hasta aquí bien. Pero falta algo más. Falta mucho más. La ayuda no se puede quedar en eso, pero se queda en eso. Es decir, parece que en Alemania creen que la victima es la que tiene que salir sola de eso y en el momento que está metida en esa situación, que si ya es complicado vivir un acoso para un adulto os podéis imaginar como será para un niño, en ese momento es cuando el niño tiene que sacar fuerzas, ser valiente y defenderse. ¿Alguien ve esto viable? Si alguno de vosotros ha sufrido maltrato alguna vez sabrá de sobra que esto que plantean no se puede llevar a cabo. Habrá niños que puedan sacar esa valentía y salir adelante pero muchos otros no lo van a conseguir. Porque ese niño no está bien, seguramente estará agotado y ya no le encuentre sentido a muchas cosas. ¿Cómo alguien puede pretender que esa persona mientras continúa sufriendo acoso se recupere, se empiece a sentir bien consigo mismo, recobre la confianza en él, saqué fuerza y valentía y derrote al acosador? Muchos de esos niños están atemorizados, por no decir todos.
No digo que no haya que darle esas herramientas psicológicas y ese tipo de apoyo pero hace falta algo más. 
Hace falta por ejemplo ir al origen. Mi propuesta es que se intente hablar con el acosador o acosadora, que se investigue su caso, como es su situación en su casa, como ha sido su trayectoria en el colegio, etc. Por un lado hay que ayudar al acosador a entender que lo que hace no está bien y a ayudarle con el problema que tenga, porque obviamente si hace esas cosas es que no está bien.
Aquí quiero protestar contar algo que desde mi punto de vista no es lo correcto. Y es que en muchos casos, cuando un niño es acosado en el colegio es ese propio niño el que cambia de clase o de escuela, muchas veces basándose sus padres en la recomendación de los profesores o del directos del centro. Yo esto lo veo como un gran error. Los niños son lo más importante, ¿qué aprenden los niños sobre esta decisión? El niño que es victima ve que es el quien se tiene que marchar y seguramente no comprenda porque es el quien tenga que abandonar su colegio, su ritmo, sus amigos, sus profesores, etc. Y el niño acosador se sentirá más superior aún, con más poder y como si hubiese ganado la "batalla". El sabe que no se ha portado bien pero ¿ quién recibe un "castigo"? La victima, que es quien tiene que abandonar el colegio para irse a otro que no se sabe si también habrán niños que abusen de él. Una cosa bien distinta es que la propia victima quiera irse a otro colegio, en ese caso lo veo bien. Pero si se decide que uno de los dos tiene que salir del colegio que nunca sea la victima. A quién se le tiene que proteger y prestar ayuda por encima de todo es a la victima.

Por otro lado, también hay que actuar antes de que eso empiece a ocurrir. ¿Cómo? Enseñando valores y reglas de convivencia en el aula y en casa. Ese tipo de educación corresponde a los padres pero eso no quiere decir que cuando un profesor vea que un alumno no respeta a alguien no haga nada. En ese momento ese profesor es su figura de referencia, es el adulto que mas influencia tiene en él. Sé de casos en los que los profesores tienen miedo de sus alumnos y por eso no actúan. Mi pregunta es, ¿cómo es posible que unos padres o unos profesores tengan miedo de sus hijos o alumnos? ¿Qué ha pasado para llegar a ese extremo? La solución la encontraremos mirando el origen el pasado. Si a un niño pequeño se le permiten ciertos comportamientos porque son graciosos en un niño de sus edad o porque se cree que es demasiado pequeño para entender que está mal hecho, lo que aprende es que eso que hace lo puede seguir haciendo. A los niños hay que ponerles reglas, límites.
Ellos no te van a querer menos porque te plantes y no permitas que haga algo, o no le des algo que quiere. Al contrario te empezará a respetar y te estimará mucho más.  Los niños no son tontos, ni tampoco son malos. Ellos están aprendiendo y una forma que tienen de aprender, de averiguar donde está su límite, el límite de sus padres y de las personas es probándote, tentándote.  
No me quiero desviar mucho del tema así lo de los límites lo dejaré para otra entrada.
Terminaré diciendo que otra manera de actuar para que el acoso infantil no sea tan frecuente es que los adultos no tengan comportamientos que no queremos que los niños tengan. Por ejemplo: si no quieres que tu alumno mienta, no mientas tu tampoco. Para educar uno tiene que ser. Si uno no es puede explicar como los demás tienen que actuar pero no puede educar.
La sabia Mafalda lo explicaba muy bien en esta frase: "Educar es más difícil que enseñar, porque para enseñar usted precisa saber pero para educar se precisa ser".

-------------------------------------------------------------------------------------------------

Actualizo entrada a día 10/02/2019. Acabo de ver una noticia sobre Bullying en Alemania. Unos alumnos de un colegio han creado una aplicación para ayudar a personas que sufran acoso. Por el momento aún no pueden llevar a cabo el proyecto por la falta de fondos económicos. Actualmente buscan personas que les financien el proyecto.


No hay comentarios:

Publicar un comentario